La vida esta llena de
recuerdos convertidos en objetos y personas,
a veces nos olvidamos de
aquel peluche que tanto nos gustaba de bebés,
si, ese que nos regaló el
abuelo antes de morir,
olvidamos el peluche, pero no
al abuelo.
Y cuando un día bajamos al
garaje y abrimos la caseta para buscar la bicicleta,
nos encontramos con el
peluche;
un hipopótamo verde con la
tripa rosa lleno de polvo,
lo cogemos y nos trasladamos
a ese recuerdo.
Algo así me pasa a mi cuando
veo una foto tuya,
tu eres el peluche,
el sentimiento del momento es
el abuelo,
un sentimiento muerto pero al
que quiero por encima de todo.
Firmado: Un pecado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario